8.11.12

Simular que no te importa, que estás bien, que tienes todo bajo control, que lo has superado, que eres completamente feliz, que te sientes realizada, cuando todo es al revés... ¿A quién le importa? Yo que esta vez estaba segura que no me iban a fallar, me equivoqué, de nuevo.

5.11.12

Hoy, un día como cualquier otro, otra mañana de lunes sin ti, sin tu amor.
07:00 AM, salgo a la calle y todo se ve muy vacío, la brisa acaricia mis brazos, escalofríos recorriendo mi cuerpo, cae una lágrima por mi rostro, sonrío y sigo caminando. Ya nada se siente igual desde aquel día en que todo terminó, el cielo cambia de color, ¿será que ya no siento más emoción?. Flores marchitas, corazones rotos, garabatos y la inicial de tu nombre tachada, sólo dibujos en mi cuaderno acompañados por una lágrima derramada sobre mis apuntes. Suena el timbre del recreo, "entreguen sus hojas" se escucha, no quedó más opción que entregar mi bosquejo y escuchar nuevamente el reto de la profesora. Debo decirlo, no recuerdo mucho desde ese momento, sólo me acuerdo una voz que decía "no llores, puedo ayudarte si lo necesitas", levanté la mirada y no había nadie, quizás fue mi imaginación, si, de todas formas, estoy sola. 10:30 de la mañana, yo sola sentada en el piso del pasillo escuchando música, se escuchan los gritos de los chicos, es recreo, mucho ruido para mi gusto, cuando de repente todo se silencia y lo veo a él, como siempre con su sonrisa fija en su rostro (una de las cualidades por las cuales me enamoró), me mira, se pone serio, vuelve la mirada hacia sus amigos y comienza a reír. Mis lágrimas comenzaron a correr por mi cara aún más rápido, jamás había extrañado tanto a alguien a quien veo todos los días, nunca me había sentido tan extraña. Me hace feliz que él esté bien, que esté mejor sin mi, pero tengo que admitir que en estos momentos más que nunca me gustaría tenerlo aquí acariciando mi pelo, peleándome y besándome. Miré el reloj, en un abrir y cerrar de ojos ya eran las 12.00 PM, el salón estaba vacío, hasta la profesora se había retirado, recogí mis cosas y me fui a mi casa. Lo vi nuevamente, estaba en la vereda de enfrente con sus amigos, cruzamos miradas, le dijo algo a sus amigos y comenzó a reír. ¿Cómo todo pudo cambiar tan de repente? Estoy sola, tengo frío y quisiera abrazarte.